El guión del cómic nos sitúa de nuevo en Gotham City en el momento en el que Joker ha organizado un motín en Arkham (el lugar en el que envían a los delincuentes con grandes desequilibrios mentales). En este cómic, Batman deberá entrar en Arkham ante las amenazas del Joker de matar al personal del centro. Paralelamente, nos cuenta la vida del fundador del centro, Amadeus Arkham, cuyas historia resulta casi más interesante que la del propio Batman. A partir del momento en el que Batman se adentra en Arkham, notas que el cómic tiene algo de diferente ya que, por vez primera, se duda de manera clara de la salud mental del Murciélago, igualándolo a locos tan conocidos como Joker o Dos Caras. De forma que te hace pensar quién es el realmente loco. Después de todo, los psicópatas contra los que se bate el Murciélago no surgieron porque sí, surgieron a causa de la existencia de Batman. Antes de hacer algún destripe importante, solamente añadiré que el guión es sorprendente, muy alejado del Batman de Frank Miller.
Por otro lado, la labor del dibujante es impresionante. Le da el toque de locura que el guión necesita. Llama la atención la forma en la que se construye el dibujo, mezclando en muchas ocasiones la fotografía con el dibujo tradicional. Sorprende que el cómic esté dibujado antes de la era de los ordenadores. Una de las técnicas más destacables es la que crea la oposición entre el mundo exterior (cuerdo) y el interior (demente): el mundo exterior es gris, desdibujado; el interior de Arkham está repleto de color, con unos dibujos nítidos y más claros.
Como conclusión, debo añadir que es de lo mejor que he leído nunca, te atrapa desde la primera viñeta y no te suelta hasta que terminas con él. No merece menos de un 10. Cuando lo leáis, comprenderéis el porqué.
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